De Telegraaaf Nieuws, 14 Februari
2016, Leiden
(Diario “El Telégrafo”, 14 de febrero de 2016, Leiden)
(Diario “El Telégrafo”, 14 de febrero de 2016, Leiden)
En
Holanda y concretamente, en Leiden, no hace falta subirse a unos tacones para
pasear en las alturas: basta con estacionar la bicicleta en lo alto de la
próxima farola. Este eficaz sistema antirrobo ha sido ideado por tres ancianos
de Ámsterdam, hartos de no poder salir corriendo cada vez que un gamberro les
hurtaba la bici.
Hansen,
el más joven de los inventores, relata a este diario que hoy en día, aparcar se
ha convertido en un deporte de riesgo, pues teme levantarse una mañana y
encontrar su bici enterrada en chatarra. El método, patentado como farociclum, se ha revelado de gran
utilidad contra las dificultades de encontrar aparcamiento. Por otra parte,
“hoy en día, las bicis sin candado se roban por doquier”, explica Dieter, otro
de los padres del invento, “por lo que estamos contribuyendo a la seguridad de
los ciudadanos”, concluye.
Desde
la oficina de patentes holandesa, afirman que la idea es perfectamente
plausible y una estupenda vía de descongestión del tráfico. Según las
instrucciones depositadas en la patente, la bici se izaría a la farola, elegida
entre las autorizadas por el ayuntamiento, mediante un sistema cuerdas muy
similar al de las banderas.
Surgen,
sin embargo, algunos problemas derivados del vacío legal de esta nueva figura;
entre ellos, el de quién sería la persona encargada de izar las bicis, pues por
el momento los propietarios no poseen experiencia, circunstancia que podría
causar graves daños personales y destrozos en el mobiliario urbano.
Hanneke
Swartz, alcaldesa de Leiden, ha sugerido recuperar del pasado la figura del
farolero, en este caso, con una nueva función: la de izar las bicis a su
particular aparcamiento. La Asociación de Faroleros Neerlandeses ha acogido con
júbilo esta medida, pues permitiría que los descendientes de estas familias
puedan labrarse un futuro más digno que el de sus padres, hundidos, en este
Siglo XXI, en la miseria. La señora Swartz propone incluso pagar un sobresueldo
a los faroleros que estén dispuestos a velar las bicis durante la noche, para
evitar, en la medida de lo posible, hurtos y actos vandálicos organizados.
Según
el Consistorio, esta nueva normativa entrará en vigor a partir del próximo mes
y será de obligado cumplimiento en todos los municipios. No obstante, fuentes
vecinales confidenciales afirman que en las noches de luna llena, han visto a
los tres ancianos subirse a las farolas y, con sus sudaderas de capucha,
pedalear por los cielos al estilo de E.T. Por su parte, la alcaldesa Swartz ha desmentido firmemente estos rumores y resta
importancia a lo que ella llama “chismorreos sin fundamento”, pues el
reglamento de circulación aéreo aún se encuentra en vías de aprobación.
Los sectores más críticos aventuran que el farociclum quedaría fuera del alcance de los menos deportistas. Sin embargo la Federación de Ciclistas Urbanos de Leiden ha defendido a ultranza la medida: para su presidente, el señor De Haagen, el paseo matutino se
convierte, así, en un excelente sustitutivo de las pesas en el gimnasio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario