18 julio 2016

Un paseo de altura (Sección de noticias)


De Telegraaaf Nieuws, 14 Februari 2016, Leiden
(Diario “El Telégrafo”, 14 de febrero de 2016, Leiden)

En Holanda y concretamente, en Leiden, no hace falta subirse a unos tacones para pasear en las alturas: basta con estacionar la bicicleta en lo alto de la próxima farola. Este eficaz sistema antirrobo ha sido ideado por tres ancianos de Ámsterdam, hartos de no poder salir corriendo cada vez que un gamberro les hurtaba la bici. 

Hansen, el más joven de los inventores, relata a este diario que hoy en día, aparcar se ha convertido en un deporte de riesgo, pues teme levantarse una mañana y encontrar su bici enterrada en chatarra. El método, patentado como farociclum, se ha revelado de gran utilidad contra las dificultades de encontrar aparcamiento. Por otra parte, “hoy en día, las bicis sin candado se roban por doquier”, explica Dieter, otro de los padres del invento, “por lo que estamos contribuyendo a la seguridad de los ciudadanos”, concluye.

Desde la oficina de patentes holandesa, afirman que la idea es perfectamente plausible y una estupenda vía de descongestión del tráfico. Según las instrucciones depositadas en la patente, la bici se izaría a la farola, elegida entre las autorizadas por el ayuntamiento, mediante un sistema cuerdas muy similar al de las banderas.

Surgen, sin embargo, algunos problemas derivados del vacío legal de esta nueva figura; entre ellos, el de quién sería la persona encargada de izar las bicis, pues por el momento los propietarios no poseen experiencia, circunstancia que podría causar graves daños personales y destrozos en el mobiliario urbano.

Hanneke Swartz, alcaldesa de Leiden, ha sugerido recuperar del pasado la figura del farolero, en este caso, con una nueva función: la de izar las bicis a su particular aparcamiento. La Asociación de Faroleros Neerlandeses ha acogido con júbilo esta medida, pues permitiría que los descendientes de estas familias puedan labrarse un futuro más digno que el de sus padres, hundidos, en este Siglo XXI, en la miseria. La señora Swartz propone incluso pagar un sobresueldo a los faroleros que estén dispuestos a velar las bicis durante la noche, para evitar, en la medida de lo posible, hurtos y actos vandálicos organizados.

Según el Consistorio, esta nueva normativa entrará en vigor a partir del próximo mes y será de obligado cumplimiento en todos los municipios. No obstante, fuentes vecinales confidenciales afirman que en las noches de luna llena, han visto a los tres ancianos subirse a las farolas y, con sus sudaderas de capucha, pedalear por los cielos al estilo de E.T. Por su parte, la alcaldesa Swartz ha desmentido firmemente estos rumores y resta importancia a lo que ella llama “chismorreos sin fundamento”, pues el reglamento de circulación aéreo aún se encuentra en vías de aprobación.

Los sectores más críticos aventuran que el farociclum quedaría fuera del alcance de los menos deportistas. Sin embargo la Federación de Ciclistas Urbanos de Leiden ha defendido a ultranza la medida: para su presidente, el señor De Haagen, el paseo matutino se convierte, así, en un excelente sustitutivo de las pesas en el gimnasio.

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