Tempus fugit (un poema barroco)

Mediollena por sentir queda mi vida

mas, vacía del amor, a mis espaldas,
no podré vivir ya, nunca serena
hasta encontrar el objeto que la calma.

Dulcitriste y amargo es el sabor
de la pena tan grande que me embarga.
Se me va la vida entre las manos,
se me va la vida y no hago nada.

Se me clava de tus ojos la mirada
del amor, de la vida malgastada. 
Me reprochas, con perlas y granadas
que yo pude ser, y no fui nada.

Desperté del sueño; pesadilla
con alivio advertí que yo soñaba.
El mensaje para el dueño claro estaba:
se me va la vida, y no hago nada.

Pero aún todo se puede remediar.
Es temprano ahora; el gran pesar
sería ya más tarde, descubrir
todo lo que quedaba por vivir.