21 mayo 2011

Murcia tiene ganas de bici

¿Es fácil “rodar” en la ciudad?


En Murcia llueve poco, por lo que las bicicletas se multiplican como hongos. El buen clima, la orografía, y tal vez la influencia de la Plataforma “Murcia en Bici” están actualizando una larga tradición huertana que la modernidad dejó aparcada. Puede que ir en bici no sea una necesidad, pero vuelve a estar de moda: coches, autobuses y el recién creado tranvía compiten con los ciclos en los desplazamientos urbanos. La seducción de la bici es múltiple: acorta las distancias, permite hacer un poco de ejercicio y ¿qué mejor modo de huir del estrés que pasear en bici de camino al trabajo? Sin embargo a Murcia aún le queda mucho que aprender. ¿Estamos a la cola de Europa?

Desde hace un par de años se ven más ciclistas por la calle. Sin embargo Eduardo, de la Oficina de la Bicicleta, explica que hace falta cultura y creación de infraestructuras: “En tiempos de nuestros abuelos, se iba en bici por la huerta, pero más tarde se asoció la bicicleta a la pobreza, y se dejó de usar,” dice. La Asociación Murcia en Bici se ha hecho eco de la demanda ciudadana, y ha propuesto varios itinerarios que nos invitan a conocer el paisaje murciano. Se trata de cinco “vías amables” que recorren los azarbes y senderos de las afueras, y conectan cinco pedanías con el centro de Murcia. Las “vías amables” están constituidas por tramos de ciclo-calles (compartidas por bicicletas y vehículos) y trechos de carril bici en otros tramos (exclusivo para ciclos).

El Ayuntamiento también hace su apuesta para fomentar el pedaleo. El día del padre organizó la excursión en familia “Con tu papi en bici”, una ruta de seis kilómetros desde La FICA hasta Beniel en la que los niños también fueron bienvenidos. El sábado los participantes se citaron en la Plaza del Cardenal Belluga, punto de partida de la excursión. María Antonia P. S., profesora de la Universidad de Murcia, comenta sus temores antes de salir: “Creo que es peligroso ir en Murcia con la bici. He preguntado si tendremos protección”. En el recorrido, les acompañará la Policía Local. Muchos de los participantes son ya avezados ciclistas que suelen ir de ruta por el monte o la playa. Pero, ¿por qué la gente no se decide a coger la bici en la ciudad? “Todavía hay muchos conductores que no consideran la bici como un vehículo más”, comenta Marta, la monitora de la ruta. “Yo, como ciclista, siento que estorbo y que me tengo que echar a un lado”.

Pablo Guillén, estudiante de la Escuela de Idiomas, se queja de que cada vez que sale con la bici, recibe insultos de algún conductor: “A Murcia le falta un carril bici de verdad y sobre todo, lo que falta es educación en los conductores.” Todavía quedan por construir 545 kilómetros de vías ciclables en el municipio. La mayoría de las que existen son compartidas con los coches, aunque su tráfico es de baja intensidad, y la velocidad se controla con resaltos y un límite de 30 km/h. En la Oficina de la Bicicleta creen que a partir de junio de 2011 se aprobará una Ordenanza municipal que regule estos aspectos: “Tras las elecciones municipales está previsto que se permita circular por la acera”, aclara Eduardo.  

Y ¿los ciclistas? ¿Respetan las normas de circulación? “Mitad y mitad”, explica Marta. “Es cierto que la gente que va en bici aún tiene mucho que aprender. Hay kamikazes por la acera y gente que circula bien,” asegura. Se tiene que ser más consciente de que saltarse las normas no sólo no pone en peligro al ciclista, sino a los demás transeúntes.

María Antonia L. P., profesora de la Universidad, no se plantea la bici como medio de transporte, sino como algo saludable que forma parte de la cultura huertana. Sin embargo, no todo son ventajas. Comenta que para ir a la compra o al trabajo “sólo puedes llevarte lo que quepa en la cesta de la bici o en una mochila”. Otro inconveniente para ella es el terreno, ya que “para ir a Espinardo hay muchas cuestas, y se necesita buena forma física”.

El Consistorio quiere satisfacer la demanda ciudadana. Por eso ofrece un sistema de préstamo con el objetivo de ir sustituyendo el coche por la bicicleta en los desplazamientos diarios. El alquiler a largo plazo (un año) ha sido un éxito: las bicicletas están agotadas. A pesar de todo,  no termina de cumplir las expectativas. “Por pereza o falta de costumbre, la gente no la usa a diario”, explica Eduardo. Los propios ciclistas lo confirman: “Sólo uso la bicicleta para pasear por la playa”, comenta Mª Antonia. “En Murcia es ahora cuando estoy empezando a usarla”, añade.

El alquiler se gestiona a través de los talleres. Así “la gente siente que la bici es suya, y eso hace que se responsabilicen de ella”, aclara Eduardo. Sin embargo, no en todos los municipios funciona tan bien como parece. En Totana “las bicicletas están rotas, sin manillar y con las ruedas pinchadas”, se queja Natalia Rubio, vecina de Totana. Parece que el marketing no ha sido eficiente y la gente no conoce el sistema porque “no hay carteles informativos”, como apunta Natalia. A Pablo Guillén la iniciativa le parece buena, pero añade que “no se puede quedar sólo en promocionar la bici cuando circular con ella es un peligro.”

Y ¿qué pasa con los robos? Según Eduardo, el principal problema es que “se ponen candados de mala calidad”. Las estadísticas cuentan que al 20% de los usuarios les han quitado la bici alguna vez. A Pablo L. H. han intentado robarle la bici varias veces, la última en la puerta de la Escuela de Idiomas. Las bicicletas robadas las suelen vender en tiendas de segunda mano o mercadillos, de modo que cuando algún ciclista ve su bici expuesta en estos comercios, puede presentarse con su denuncia y acompañado de la policía para recuperar la bicicleta.

En suma, tras un tiempo de rechazo de la bici, vuelve a florecer su uso. Quinceañeros, huertanos, ejecutivos. La bici es para todos. ¿Llegaremos a usarla tanto como en Holanda o en Japón? Tras la lluvia comienza la recogida de las setas. Pero por ahora no hay dónde meterlas hasta que no se creen más aparcamientos de bicicletas.

Algunos enlaces: